ruypster's blog: Viaje al Sur: la ruta de las islas
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miércoles, 25 de abril de 2007

Viaje al Sur: la ruta de las islas

Continuación de: "Península de Malaca: de Bangkok a Singapur"
y de "Bangkok, la ciudad de los ángeles"

Casa tradicional tailandesa
Los tailandeses son anfitriones ejemplares: son amables, educados e indulgentes hacia los turistas. Sin embargo, si no queremos encontrarnos con reacciones inesperadas, debemos saber ser merecedores de tantas atenciones. El respeto de las costumbres y normas locales es elemental.

Para los budistas, la cabeza es la parte más sagrada del cuerpo; por eso está mal visto tocar la cabeza de una persona o despeinar a los niños, en un gesto que creemos simpático en occidente. En cambio, si la cabeza es venerada, los pies -que pisan el suelo- son considerados la parte menos noble del cuerpo. Evite cruzar las piernas enseñando la suela de los zapatos a las personas sentadas a su lado; sería interpretado como una ofensa hacia esas personas. Del mismo modo, no deje nunca los zapatos en los asientos o en las redes o portaequipajes de los trenes u autobuses si éstos no están bien empaquetados (y por lo tanto no identificables a los ojos del público).

Contrariamente a los sujetos de otras monarquías, los tailandeses son fervientes leales de su Rey y esperan de los visitantes que no falten al respeto, ni en sus palabras ni en sus actos, a la Familia Real. Recientemente, un ciudadano suizo, residente en Tailandia, fue condenado a diez años de cárcel por haber pintado un retrato del Rey con escupitajos.

Es absolutamente indispensable vestirse convenientemente para visitar los templos. Los templos, como las iglesias, son lugares de culto; torsos desnudos y shorts demasiados cortos o minifaldas no son bien vistos. Hay que descalzarse a la entrada de un templo o de una casa. Un consejo para los turistas del género femenino: no tocar jamás y bajo ninguna circunstancia a los monjes.

Otro consejo a los enamorados: aunque Tailandia es un país muy romántico, es conveniente evitar besarse o agarrase estrechamente en público, tal comportamiento es chocante para los tailandeses.

PATTAYA

Vista panorámica de Pattaya
El descubrimiento de Pattaya remonta a mediados de los años 60, cuando un exclusivo grupo de ricos propietarios de yates empezó a frecuentar el litoral Este del Golfo de Siam, pero, con la guerra de Vietnam y el establecimiento de una gran base americana cercana, los GI's en permiso empezaron a visitar esta pequeña aldea de pescadores situada a 147 kms al Sur de Bangkok. La dudosa reputación de este apacible lugar estaría definitivamente asociada a esta turbulenta época de juergas y sexo barato. A partir de entonces, la transformación de Pattaya en estación balnearia internacional se ha acelerado a una velocidad vertiginosa, dejando tras de si su original inocencia y adquiriendo cierta madurez a los largo de los años. Tras la retirada de los americanos, los turistas en búsqueda de carnales placeres ocuparon el lugar y aunque hoy subsiste un buen número de clubes nocturnos, éstos no representan más que una pequeña parte de los numerosos pasatiempos ofrecidos a los veraneantes.

Animación nocturna en la ciudad
Hoy en día, la brillante y descarada ciudad balnearia se mantiene, más pequeña de lo que podríamos pensar y prácticamente frecuentada exclusivamente por extranjeros. Un considerable número de ellos vive aquí, gestionando pequeños negocios, bares y restaurantes o simplemente jubilados, incapaces de renunciar a los placeres de la vida fácil. Todo ello hace de Pattaya el lugar más occidentalizado de Tailandia.

LAS ISLAS

Una playa aislada de Koh Samet
Koh Pai, Koh Ran, Koh Kram son algunas de las islas que forman un conjunto natural frente a las costas de Pattaya. Más al Sur, Kho Samet es una isla de ensueño para los Robinson Crusoe porque no tiene carretera. Esta pequeña isla tranquila donde se hace agradable pasear, sólo cuenta con 6 kms de largo y tiene la forma de un puñal kukri entre Laem Noina, al Norte y el minúsculo cayo de Koh Chan, en la extremidad Sur. Los barcos salen con frecuencia desde Ban Phe hacia la isla. La travesía es de 6,5 kms y dura de 30 a 40 minutos según las condiciones atmosféricas. Los barcos son pequeños botes de pescadores alegremente pintados con colores vivos. No hay horarios, los barcos salen cuando tienen suficientes clientes como para que la travesía resulte rentable. Pueden contener hasta 50 pasajeros, pero con una docena se puede convencer al capitán de soltar las amarras.
El cuadro, visto desde el simple pontón de madera parece salido de las novelas orientalistas de
Joseph Conrad. La aldea, conocida como Nadaan, no es más que un grupo de cabañas con techos de paja en medio de un prado rodeado de árboles.

Panorámica de Koh Samet

Las ensenadas desiertas del Sur están separadas por grandes playas de arenas blancas salpicadas por rocas que descienden suavemente hasta el mar.
En la selva que cubre la isla, las pistas, trazadas en su origen por los animales salvajes, conducen los exploradores por las numerosas colinas desde las que se tienen magníficas vistas sobre el otro lado de la isla, que no está a más de 2 kms de distancia.
La vida no es complicada en Koh Samet: cabañas de madera, siestas en la hamaca, buceo en los fondos coralinos, paseos por la naturaleza y camaradería alrededor de un fuego son los principales acontecimientos del día.

HUA HIN

Después de tan refrescante estancia, decido volver a Bangkok para dirigirme por tren hacia la provincia de Kanchanaburi.
Kanchanaburi, en la parte occidental de la península, es una provincia fronteriza a tres horas de la capital. Aquí, los bosques primitivos cubren las cordilleras que separan Tailandia de Birmania. Durante la estación lluviosa, de mayo a octubre, las lluvias azotan la espesa jungla, corriendo a raudales por las empinadas vertientes montañosas y llenando con sus generosas aguas los innombrables ríos de la región. De noviembre a abril, el flujo baja, por lo general los riachuelos desaparecen, pero el río Kwai, él, no seca nunca.

El famoso puente sobre el río Kwai
El puente sobre el río Kwai es sin duda el principal centro de interés de la provincia, pero si espera encontrarse con una construcción en bambú, en medio de una densa jungla, como en la famosa película, se sorprenderá al ver que el puente, en realidad, menos impresionante, ordinario, con arcos metálicos y pilares de hormigón, está bordeado de un lado por granjas y del otro por restaurantes. A esa altura, el río es amplio y majestuoso y es agradable comer junto a la orilla.

A simple vista, este puente, tristemente conocido, sorprende por su aparente insignificancia: es relativamente pequeño, bajo y sus dimensiones son modestas. Su celebridad proviene del hecho que se encuentra en la línea ferroviaria construida por los japoneses (y por sus prisioneros) para abastecer su ejercito en Birmania. Esta vía logística del Este se convierte en vital cuando los Aliados se hicieron con el control de las rutas navales hacia Birmania durante el final de la 2ª guerra mundial. La mayor parte de esta vía cruzaba la selva y bordeaba los valles, por lo que era extremadamente difícil detectarla desde el aire, pero el puente era muy visible y representaba el eslabón débil de la ruta. Los Aliados intentaron bombardearlo varias veces, sin éxito, hasta que lo lograron el 13 de febrero de 1945, utilizando los bombarderos americanos con base en
Pandaveswar en la India. Finalmente, el puente fue reconstruido una vez vuelto la paz. Tan solo los arcos de la parte central son de origen.
La vía única que lo cruza sigue siendo utilizada por los trenes que circulan de Bangkok a
Nam Tok. Los ribereños lo usan para cruzar el río a pie, en moto, en bici, colocando tablas sobre las vías. Representa una pequeña escena pintoresca y colorida, típica de la vida provincial tailandesa.

Entre el puente y el centro de la ciudad, se encuentra el cementerio de guerra de Kanchanaburi, en la orilla izquierda volviendo del puente. Cerca de 7.000 prisioneros de guerra – en su mayor parte holandeses, británicos y australianos – perdieron la vida trabajando en su construcción.

El famoso puente sobre el río Kwai en Kanchanaburi, construido con materiales traídos de Indonesia a costo de miles de vidas humanas. Se estima en 16.000 el número de prisioneros de guerra fallecidos sobre las vías, una media de 38 muertos por kilómetro de vía. Los muertos entre los trabajadores locales fueron aún más numerosos. Algunos avanzan la cifra de 200.000 sobre los 415 kms de vías.

La pintoresca estación de tren de Hua Hin
Desde Kanchanaburi, prosigo mi viaje hacia Hua Hin. La costa Oeste del Golfo de Tailandia, de Cha-Am a Prachuab Khiri Khan, es desde hace tiempo una región de predilección de la Familia Real de Tailandia. En 1868, el Rey Mongkut mandó construir “la Ciudad del Eclipse” cerca de Prachuab Khiri Khan. Se construyó con un solo motivo: albergar los cientos de “farangs” (los extranjeros y los occidentales) que el Rey invitó para admirar el eclipse solar del 18 de agosto de 1868. La lista de invitados incluía botanistas franceses, comerciantes ingleses, representantes del Ministerio Británico de Asuntos Exteriores, banqueros americanos, ingenieros europeos y astrónomos llegando por barco a vapor desde Bangkok y Singapur. No hizo falta más de dos semanas para erigir esta ciudad, incluido su embarcadero enarbolando su orgullosa bandera.

Esta exuberante fiesta celeste duró una semana. Se interpretaron obras de teatro, se mandaron llamar a músicos, se organizaron suntuosas comidas y se hicieron paseos a lomo de elefantes en la jungla. El 18 de agosto se produjo el eclipse, tal como lo había anunciado el Rey Mongkut; el 19, la fiesta y la toma de fotos habían terminado y el 20, la ciudad fue desmantelada y desapareció como un castillo de arena en la marea alta. Durante los 42 años que siguieron, la región se abandonó a los pescadores de la costa y a los bandoleros escondidos en las montañas del interior.
Restaurantes típicos
El renombre de Hua Hin como estación balnearia aumentó rápidamente y los miembros de la Familia Real, así como banqueros y ricos comerciantes empezaron construir allí sus residencias de verano. Fue en 1928 que se concluyó la construcción de un nuevo palacio de verano que el Rey Prajadhipok ordenó construir más cerca de Huan Hin, pero “Lejos de las preocupaciones”, tal como significa su nombre en tai, 'Klai Kangwon'. La construcción de la vía férrea, así como la creación en el lugar del primer campo de golf internacional en Tailandia, permitieron a Hua Hin conservar su rango de primera estación balnearia del país durante más de 40 años.

Fue a principios de los 60 que Cha-Am fue descubierta y que empezó su evolución de aldea de pescadores a reputada estación marítima. Pero el crecimiento de Hua Hin y de Cha-Am se paró bruscamente cuando Pattaya, más moderna y con un ritmo más trepidante, empezó a su vez a atraer a los turistas al final de la década. El resultado es que Hua Hin, Cha-Am, Prachuab Khiri Khan y las 300 cumbres montañosas de Sam Roi Yot pudieron conservar el magnético encanto que tanto gusta a Sus Altezas Reales como a la gente común.

Khao Sam Roi Yot

A 35 kms al Sur de Hua Hin se encuentra la pequeña ciudad de Pran Buri. Nada debería retener nuestra atención en ese lugar, pero mientras seguimos el camino un espectáculo extraordinario se abre ante nuestros ojos en el horizonte. Las Torres y pináculos que vemos son las cumbres de las abruptas colinas calcáreas llamadas Khao Sam Roi Yot (‘las 300 cumbres’) y el parque nacional que fue creado a su alrededor es uno de los lugares más fascinantes de Tailandia para los naturalistas.
El parque está formado por espectaculares promontorios calcáreos que se elevan abruptamente sobre marismas de aguas saladas y semi-saladas. Las marismas constituyen el hábitat de numerosas especies de aves y es el más hermoso de los parques nacionales del país para observar las grullas y otras aves zancudas. Se pueden ver garzas azules, ‘comedoras’ de cangrejos, garzotas, martín pescadores de garganta blanca y águilas marinas de vientre blanco. La mayor parte de estas aves son migratorias y pasan el verano en China, Siberia o el Norte de Europa – la mejor época para verlos es entre noviembre y enero.

La selva de Kang Krajaren
En las colinas, encontramos los ‘serow’ (una especie de antílope parecida a la cabra, que vive en las inaccesibles escarpaduras), el puercoespín, monos comedores de cangrejos y mono negros comedores de hojas, así como el muy raro tigre pescador que se asemeja a un gato.

Un río lleva a los exploradores más atrevidos hacia el interior del parque; es el dominio de la selva húmeda y hogar de los
cocodrilos; es la puerta abierta a la aventura.

En el Parque Nacional de
Kang Krajaren, un paseo por la jungla subiendo las cataratas de Pala-U nos permite apreciar la belleza de las mariposas, que en ciertas épocas pueden llegar a cubrir íntegramente algunas porciones del camino. Por cada nivel de las cataratas - 11 en total - hay una variedad distinta de mariposa. En el primer nivel son verdes-azules, en el segundo marrones y en el tercer blancas.

Cataratas de Pala-U

KHO SAMUI

Siguiendo por el Sur, a unos 885 kms de Bangkok, se encuentra
Surat Thani. La ciudad, en si misma, no ofrece ningún atractivo: aeropuerto regional, nudo ferroviario, puerto comercial. Aunque el monasterio Wat Suanmoke, en un bosque de la vecina ciudad de Chaiya es interesante, la mayor parte de los visitantes siguen directamente hacia Kho Samui.

El paraíso de Koh Samui
Los primeros habitantes de la isla de Kho Samui llegaron hace aproximadamente 1500 años. Fueron, al principio, pescadores en busca de refugio contra los vientos, en las tranquilas y resguardadas aguas de la bahía de Bophut y de Mae Nam, al Norte de la isla. Estos primeros habitantes se dieron cuenta que las aguas que rodean la isla rebozaban de calamares, caballas, “pla thoo” y gran variedad de marisco. Se apercibieron igualmente que el suelo de Kho Samui era muy fértil. Muy pronto, se establecieron pequeñas aldeas de pescadores y así fue cómo la población de Kho Samui empezó a tomar raíces.

La historia moderna de Kho Samui empieza alrededor de 1980, época en la que este pequeño paraíso cubierto de cocoteros fue descubierto por viajeros y mochileros del mundo entero.
En esa época se construyeron en las playas pequeños bugalows con techo de hoja de palma para alojar a esos pocos turistas de infortunio. Pero no se puede guardar por mucho tiempo tan valioso secreto y a lo largo de los años, numerosas publicaciones, fotografías y publicidad fueron dedicadas a la “secreta belleza” de Samui. En la actualidad, Samui es visitada por miles de turistas y ofrece infinitas posibilidades de alojamiento, desde hoteles de gran categoría a la simple guest house. No obstante, pese al auge turístico que conoce Samui, sus habitantes están determinados en preservar su encanto natural y su atractivo excepcional.
Un playa virgen
Las tres principales islas que forman el archipiélago compuesto por otras veinte son Kho Samui, Kho Pha Ngan y Kho Tao. Así es cómo surge del mar el Parque Nacional Marino de Ang Thong, en una sucesión de montañas graníticas y calcáreas que prolongan la península de Surat Thani. Samui, situada a unos 35 kms de la costa, tiene sus 2/3 partes ocupadas por montañas que culminan a 636m. Las laderas de la isla, recubiertas de densa vegetación, están irrigadas por una red de riachuelos en forma de telaraña. Hay todo tipo de cocoteros en Kho Samui, donde se recoge más de 2 millones de cocos al mes, convirtiéndola en la primera productora mundial. La densidad es tal que el principal peligro de la isla y objeto de avisos a los turistas es la caída espontánea de cocos de los árboles.

Con sus 280 kms cuadrados de superficie, Samui es la tercera isla en importancia de Tailandia: 25 kms de largo x 22 kms en su mayor anchura. Es por ello que, pese a su actual desarrollo urbanístico, la isla conserva innumerables lugares de ensueño y desérticas playas donde es muy fácil perderse y jugar a los náufragos solitarios sin encontrar ni un alma en varios kilómetros.

De febrero a mediados de abril, la mar está por lo general en calma, con ligeras brisas refrescantes. De mediados de abril a finales de septiembre, los vientos soplan del Suroeste. Las tormentas eléctricas que pasan por encima de la isla de noche son espectaculares y dan paso a una luminosidad diurna y frescor excepcionales. Es en diciembre que las lluvias son las más frecuentes

El principal atractivo de Kho Samui reside en la belleza de sus paisajes: largas extensiones de playas desiertas, 12 horas de sol tropical diarias y aguas turquesas de la misma temperatura que el aire. En resumidas cuentas, éste es el lugar ideal para acabar tus vacaciones en el reino de Siam. Lo que me espera a continuación es el minibús hacia
Penang ‘La Perla de Malasia’, pero eso es otra historia…

Continuará...



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