RUSTICASA, fabricado por la Naturaleza

Un ejemplo de integración armoniosa con la naturaleza


Un viejo eslogan de Rusticasa rezaba: "cada casa es un caso". He aquí la evidencia misma, plasmada en fotografías que me sirven para ilustrar esta entrada.

Rusticasa construye casas de madera desde 1978; casi 30 años de experiencia que he compartido al ser yo mismo feliz morador de una de sus más de 600 realizaciones, todas ellas únicas e irre-petibles. A estas alturas, decir que no hablo de casas 'prefabricadas' parece una herejía, pues, para los entendidos, este tipo de construcción nada tiene que ver con sistemas industrializados de bajo coste. Aquí hay madera ¡y mucha! Sólida y maciza. Aunque, obviamente, los procesos de producción siguen modelos industriales, la componente artesanal y sobretodo el 'know-how' predominan. Cada casa es un caso, tanto en su concepción como en su construcción.

Las ventajas de vivir en una casa de madera son múltiples: en primer lugar la casa de madera “respira”; absorbe y expulsa la humedad, regulando así el medio ambiente interior. Filtrando y purificando el aire, contribuye a evitar enfermedades reumáticas y de las vías respiratorias. Un proverbio escandinavo dice: "Si el médico ya no puede nada por ti, vive en una casa de madera."

Equilibrio modernista en las rocas

Debido a su baja conductividad térmica, la madera es un excelente aislante, lo que permite apreciables ahorros energéticos a la hora de calentar (o enfriar) la vivienda. El coeficiente de aislamiento térmico de la madera es 6 veces más eficaz que el ladrillo, 15 veces más que el hormigón, 400 veces más que el acero y 1770 veces más que el aluminio.

Las propiedades acústicas de la madera son ampliamente conocidas; absorbe una parte importante de la energía de las ondas sonoras que recibe, con la consecuente reducción de la polución acústica. La casa en madera es una casa silenciosa, lo que reduce el stress de sus habitantes.

Jardín suspendido en la planta superior
Por otra parte, al optar por la madera en la construcción, se contribuye al equili-brio ecológico y al aprovechamiento sos-tenible de los recursos naturales. La madera requiere muy pocos procesos de trans-formación, lo que implica un consumo energético mínimo. El árbol utiliza la energía solar para su crecimiento y el consumo de energía que requiere su transformación es 6,3 veces menor que el acero y 39,5 menor que el aluminio. Los países más desarrollados de Europa implementan políticas nacionales que incentivan la utilización intensiva de la madera en las construcciones para disminuir su dependencia energética.

La explotación forestal responsable es beneficiosa para el medioambiente. El árbol es un almacén natural de CO2 (por la fotosíntesis). Una de las formas previstas en el protocolo de Kyoto para compensar la emisión de gases a efecto invernadero es plantar árboles (la más conocida es comprar cuotas de contaminación a los países pobres). Pero no puede haber una política forestal sostenible y consistente sin una actividad económica rentable que la sostenga. La industria de la madera en general y los constructores de casas de madera en particular son los principales interesados en mantener los bosques activos, porque su futuro depende de la materia prima con la que trabajan.

Pefrecta armonía entre vanguardismo e integración

La revista portuguesa 'Bricolage & Decoração' ofrece un amplio artículo sobre la casa objeto de esta entrada.

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